La contribución actual del sector lácteo
al PIB agropecuario es del 33.5%. Dado el poco desarrollo industrial del país,
el mayor peso dentro de la cadena lo tienen los productores de leche, quienes
generan aproximadamente 54,048 empleos. El 66% de estos ganaderos posee fincas
menores de 50 manzanas, produciendo el 23% de la producción nacional; el 27%
concentra entre 50 y 200 manzanas y controla el 44% de la producción nacional.
En los últimos años, se observa un
crecimiento de centros de producción. La mayoría funciona con tecnología
tradicional, como en el caso de los micro negocios familiares, queseros
artesanales de montaña, quesilleras y cuajaderas, etcétera, que hasta hace
pocos años controlaban el 80% del producto lácteo (Análisis total, 1995). El
60% de la producción nacional de leche es transformada por la industria
artesanal y semi industrial; ésta última funciona con tecnología, incorporando
maquinaria y equipos que le permiten producir según estándares aceptables en el
mercado internacional. En los últimos cinco años, este tipo de empresas se ha
multiplicado y empezado a tener un porcentaje creciente de la producción.
El mayor peso en el sector lo tienen las
micro y pequeñas procesadoras artesanales de donde han evolucionado unas 30 a
una escala de pre-industria con productos que ahora se pueden colocar en el
mercado extranjero. Es justamente este proceso de evolución de las micro y
pequeñas empresas lo que el país requiere para ajustarse a estándares de
productividad y producción aceptables en el mercado interno y externo.
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